Bueno, pues tras un largo silencio, me llena de orgullo y satisfacción re-inaugurar este blog con un nuevo diseño, fruto de Sirtoomy, una cabra con muy buenas ideas.
Y para celebrar este nuevo comienzo, qué mejor que hablarles de uno de esos seres dignos de cuarto milenio, una de esas criaturas extravagantes, desconocidas, asquerosas... que hacen que a uno se le pongan los pezones duros como piedras y los pelos de punta. ¿Aún no lo han adivinado? Bah, no importa, voy a hablarles de... mi profesora de Lengua Castellana y Literatura. Y es que, si ya ser profesor de dicha asignatura es triste de por sí, mi profesora en concreto lo es aún más...
Trátase de un ser catalogado de sexo femenino si bien alcanza el metro noventa y tiene una barba poco menos que la de Marx, por lo que dejémoslo en asexuada. Chepuda, lenta y vieja; con esa cara de chupar limones, pasea parsimoniosa por la clase, hablando a una velocidad de dos palabras por hora y deteniéndose en más de una ocasión, probablemente a reiniciar el sistema operativo. Y es que la pobre, pese a su clara inmortalidad (es inmune a mis Avada Kedavras), también envejece y claro, uno llega a una edad en la que el cerebro no da para mucho más, especialmente si te has pasado la vida esnifando polvo de tiza que, como bien sabemos, todos los profesores lo hacen, especialmente los de Lengua Castellana y Literatura. ¿Cómo si no serían capaces de enseñar esa asignatura?
En cuanto a su pasado poco se sabe, sabemos que en su más tierna infancia jugaba con dinosaurios, de carne y hueso; se rumorea que fue amante de Julio Cesar y aprendiz de Aristóteles, con quien también se cree que tenía un tórrido romance con varias cópulas entre clase y clase. También se sabe que es tatarabuela de Lucy, la australopiteca; debido a unas pruebas genéticas que se llevaron a cabo.
Por lo demás su vida pasada es un misterio, puesto que ella prefiere seguir manteniendo el misterio... Y esto es todo, de momento. Ya les iremos informando según obtengamos más datos de esta extravagante criatura del Averno. Un saludo y sean felices.
